Ayer por la tarde tuve la ocasión de disfrutar con todo un “regalazo”. Un regalo, en este caso para mis oídos, gracias al Foro Irun XXI, que organizó un concierto con motivo del 250 aniversario de la Villa de Irun. Como muchos ya sabréis, el pasado 26 de febrero se conmemoró la firma por parte del rey Carlos III de la Real Cédula de exención de jurisdicción civil y criminal respecto de Hondarribia, concediendo así a la entonces Universidad de Irun-Uranzu la plena independencia y el ansiado título de Villa.

El concierto fue una oportunidad para cerrar los ojos y transportarnos a esos años; a los tiempos de nuestros antepasados irundarras, a poder imaginar cómo vivirían los cortesanos de la época. Las obras del siglo XVIII que nos ofreció el trio instrumental, casi todas para flauta y bajo continuo, fueron una gozada. Y más aún siendo dos de los tres componentes del terceto irundarras. El entono de la capilla del convento de las Siervas de Jesús ayudaba aún más el disfrute de la escucha que nos evocó al pasado de Irun.

Zorionak antolatzaileei eta esker mila!